jueves, 19 de agosto de 2010

“Cuando cumplían los 3 años se llevaban a los niños. ¿Dónde? A lavarles el cerebro decían” (Angustias Martínez)

Hace unas semanas publicamos en nuestro portal de Facebook un fragmento de la entrevista a Angustias Martínez. Se trataba de recordar, de realizar un pequeño  homenaje a la expresa recientemente fallecida. Testimonios como el suyo han hecho posible “Izarren Argia-Estrellas que Alcanzar”.

En el vídeo que traemos hoy Angustias nos cuenta desde su propia experiencia cómo eran las cárceles franquistas, en especial las de mujeres. Aunque según sus palabras no había mucha diferencia entre las prisiones de hombres y de mujeres – “siempre parece que la mujer ha sido tratada con más benevolencia. Con nosotras no la tenían. Ni mucho menos”.

Y es que muchas de esas mujeres tenían además a sus hijos con ellas –“las madres tenían a los niños en muy malas condiciones, no había ni agua corriente”.  El agua no era lo único que faltaba, la alimentación, cuando había algo que comer era pésima, y muchas veces no había nada para comer –“hubo gente que murió de inanición, de no tener nada que comer y tener que dar pecho a sus hijos”.

Los niños no solo fueron un elemento de presión hacia las madres, también fueron víctimas de la represión franquista, parte de una nueva generación que debía ser readoctrinada, rebautizada. Así el régimen obligó a las madres a bautizar a sus hijos.  Las madrinas, cómo no, tenían que pertenecer a Falange.

El bautizo solo era el principio. Angustias recuerda otros hitos -“Al cumplir los 3 años se llevaban a los niños ¿dónde? A lavarles el cerebro decían” .

Prácticas todas ellas amparadas bajo la teoría del Doctor Vallejo Nájera, ideólogo de Franco, quien sostenía que para acabar con la lacra del comunismo había que romper el cordón umbilical, la línea de transmisión de padres a hijos. Los nuevos niños debían ser educados de acuerdo al nuevo régimen, el suyo. Ese mismo que nos sumergió en una dictadura de casi 40 años.

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