martes, 21 de septiembre de 2010

Victoria. La dureza del rodaje / Victoria. Errodaiaren gogortasuna.

En este segundo vídeo Bárbara Goenaga, la protagonista destaca la dureza del rodaje. Dureza que en gran medida vino dada por el hecho de intentar recrear situaciones de la forma más realista posible. Y es que las actrices, en especial Bárbara, sufrieron un deterioro notable durante el rodaje. Tal y como dice Bárbara hasta las uñas se le quedaron negras. Pero eso es lo de menos, las actrices pasaron muchas horas mojadas de arriba abajo, tenían que gritar y llorar mucho.  Por esta razón Bárbara acabó con anginas y afónica.

A pesar del sufrimiento Bárbara está satisfecha con el resultado, ha merecido la pena.




Victoria. Errodaiaren gogortasuna.

Bigarren bideo honetan Barbara Goenagak, filmeko protagonistak, errodajearen gogortasuna nabarmentzen du. Kartzelako egoera ezberdinak era errealistenean eta sinesgarrienean erakusten saiatzeak ekarri zuen gogortasun hori hein handi batean. Izan ere, aktoreek, Barbarak bereziki, bere larruan pairatu zituzten filmaketaren gogortasunak. Barbarak dioen bezala, atzazkalak ere beltz-beltz geratu zitzaizkion. Baina hori gutxienekoa da, aktoreek ordu asko pasa zituzten goitik-behera bustita, ohiu eta negar asko egin behar izan zuten. Horrexegatik Barbarak anginekin eta afoniaz bukatu zuen errodajea.

Barbara arro dago egindako lanaz, sufrimenduaz aparte, ahaleginak merezi izan du.

"Izarren Argia" eta Memoriaren izarrak. “Estrellas que Alcanzar” y las estrellas de la Memoria.

Izarren Argia-ko kontakizuna 1938tik 1944ra Saturrarango emakumezkoen kartzelan kokatzen da. Preso egondako emakumeen egoera eta berauei erregimenak kendutako, lapurtutako haurren gaia jorratzen du. Filme historikoa izateaz gain, filme aldarrikatzailea ere bada emakumeak historian izan duen protagonismoa errekuperatzen baitu. Jende askok uste du emakumeek ez zutela gerretan parte hartzen, baina oker daude. Askok borrokatu egin zuten eta beste asko atxilotuak izan ziren, genero izaera soilagatik, hau da, erregimen frankistarekin bat ez zetozen norbaiten emazte, ama, aizpa, alaba edo lagun izateagatik.

Filmeak kontatzen duena gogorra da, bai. Baina ez da konta daitekeen istorio bakarra. Konta daitezkeen beste istorio mordoa daukagu inguruan, bide bazterretan ehortzirik. Izarren Argia filmea egin dugunok istorio guzti horiek gordetzen duten egia hori zabaldu, azalarazi, gizarteratu nahi dugu. Horregatik jarri dugu martxan “Memoriaren autobusa”, “Izarren Argiako autobusa”.  Bere lema argia da “Ez negarrik egin, ez gaitzazue ahaztu” (Ana Morales preso ohiaren esaldia).

Autobus honek herri ezberdinetatik egingo du bere ibilbidea. Herri bakoitzean bertako elkarteekin batera antolatutako ekitaldietan parte hartuko du. Autobusa herri horretako biktimen izenak idatzita dituen izarrez betetzen joango da. Omenaldi gisa egiten dugun ekintza bat da. Izen, istorio, horren gainean argi apur bat jarri nahi dugu, beraiek baitira benetako Izarren Argia.

Gente pegando estrellas tras el acto de Donostia organizado por Víctimas del Genocidio

“Estrellas que Alcanzar” y las estrellas de la Memoria.

Estrellas que Alcanzar es una película, un largometraje, cuya historia se sitúa en la cárcel de mujeres de Saturrarán entre los años 1938 y 1944. Se centra en la situación de la mujeres presas y los niños que a éstas les arrebataron, les quitaron, les robaron. Además de una película histórica, es también un film reivindicativo ya que recupera el protagonismo de la mujer en la historia.

Lamentablemente ésta es una historia más, quizá de las mas duras, pero existen muchas historias más enterradas en las cunetas. Y desde “Estrellas que Alcanzar” queremos contribuir a la difusión y socialización de la verdad que encierran todas esas historias. O la historia en sí. Esa Historia que se escribe en mayúscula. Estamos convencidos de que todos queremos pasar esas oscuras páginas de nuestra historia, pero para pasar páginas, primero hay que leerlas.

Es por esta razón por la que hemos puesto en marcha lo que llamamos “el autobús de la memoria”. Se trata de un autobús que bajo el lema “no lloréis, no nos olvidéis” (frase de Anita Morales, presa en Saturrarán) recorre diferentes localidades de nuestro pueblo difundiendo, dando luz a esas otras historias, recuperando la Memoria Histórica. En cada lugar el autobús va llenándose de pequeñas estrellas que recogen nombres de víctimas muertas por la represión franquista. Se trata de homenajearlas, de darles luz, de traerlas al presente.
Este recorrido por la Memoria ha tenido ya su primera puesta en escena en San Sebastián, coincidiendo con el preestreno de la película en el Festival. Pero su recorrido itinerante se iniciará el 15 o el 16 de Octubre y concluirá el 7 de Noviembre.


lunes, 20 de septiembre de 2010

El preestreno en el Festival de Donostia.

El pase de ayer en el Kursaal, en el Festival de Cine de San Sebastián fue un éxito. La película impactó, conmovió, emocionó… gustó.

La presentación de la película la llevaron a cabo el productor, las actrices, el director y una persona muy especial: Anita Morales de 94 años. Un testigo que sufrió el horror de los presidios franquistas. Su frase es ya todo un lema para todos aquellos que trabajamos en la difusión de la Memoria Histórica: “no lloréis, lo que tenéis que hacer es no olvidarnos”.

Es una gran frase, sin duda, pero hubo más, muchas más: “para que esto nunca más vuelva a ocurrir”, “queremos poner algo de luz en la oscura noche del Franquismo”, “para poder pasar página a esta oscura etapa de nuestra historia primero hay que leerla” o “ésta es una película reivindicativa y de izquierdas”…  son algunas frases que recuerdo.

La película avanzaba y los nervios de Mikel, el director, iban en aumento. Su gran temor: saber cómo reaccionaría Anita. Si la película le gustaría o no, si le parecería que la historia se había tratado con respeto, si hacia justicia a las víctimas que le dieron sus testimonios o no… En seguida lo descubriría. Cuando el film acabó la sala se llenó de aplausos. Era el agradecimiento de los espectadores al equipo de la película, un agradecimiento que se alargó por varios minutos mientras la música sonaba y los créditos corrían en la oscuridad de la sala.

Pero el del preestreno fue un día grande y como en las grandes ocasiones un spot de luz se encendió, buscaba al director, pero encontró a Anita Morales. Anita se levantó y aplaudió a la película. Esa fue su reacción, aplaudir a la película. Dar las gracias porque contáramos su historia. Pero Anita estaba equivocada. No era ella quien tenía que aplaudir a la película, era la película la que tenía que aplaudirle a ella, homenajearla. El cine entero se dio cuenta de ello. La gente se levantó, se giro hacia Anita y aplaudieron, con más energía si cabe. Los miedos de Mikel desaparecieron. Igual que el de los testigos que le contaron su historia. Mikel respiró tranquilo, tomo aire. Consiguió lo que quería, a Anita la película le había gustado… el resto era secundario.

Anita ya lo anunció en la presentación, “no lloréis, lo que tenéis que hacer es no olvidarnos”. Para eso sirve esta película, para contar, para recordar, para difundir...

Gracias a todas ellas.